Por Rifflections 
Desde su formación en 2009 en Trelleborg, Suecia, Imminence ha emergido como una de las bandas más distintivas del metalcore moderno. Su propuesta mezcla agresividad, atmósferas emocionales y un elemento poco común en el género: el violín eléctrico, ejecutado por el propio vocalista Eddie Berg.
🎻 Un instrumento inesperado, una emoción multiplicada
Mientras otras bandas del género se apoyan en sintetizadores o efectos digitales, Imminence optó por llevar al escenario un instrumento clásico y dotarlo de una intensidad emocional única. El violín no es un detalle decorativo: es central en su propuesta artística. Se entrelaza con breakdowns, acompaña momentos melódicos e incluso lidera pasajes instrumentales.
En directo, Eddie toca el violín con la misma intensidad con la que grita o canta. Esto ha convertido sus conciertos en una experiencia visual y sonora totalmente diferente, donde la agresividad del metalcore se ve equilibrada por una sensibilidad casi cinematográfica.
📀 Evolución y madurez
La banda ha transitado un camino claro de evolución:
- I (2014): debut con sonidos post-hardcore y estructura DIY.
- This Is Goodbye (2017): melodías más accesibles y alternativo.
- Turn the Light On (2019): retorno al metalcore denso con momentos introspectivos.
- Heaven in Hiding (2021): atmósferas oscuras y emocionales.
- The Black (2024): consolidación de su sonido más ambicioso y cinematográfico.
- The Return of The Black (2025): versión extendida con colaboraciones y nuevos matices.
🎤 La voz y el arco: Eddie Berg como símbolo
Eddie Berg no es solo el cantante. Su manera de expresarse, entre screams afilados y pasajes melódicos vulnerables, representa la dualidad de la banda. Pero cuando empuña el violín, se convierte en una figura absolutamente singular dentro del metal moderno.
Esa capacidad de transmitir emociones desde diferentes registros lo ha convertido en una de las voces más respetadas y personales del panorama europeo.
🌍 Impacto global y en directo
Imminence ha recorrido Europa, América del Norte y Oceanía, llevando su particular propuesta a escenarios de todo el mundo. Su presencia en festivales ha demostrado que hay espacio en el metalcore para la elegancia, la emoción y la innovación instrumental.
El público responde con devoción, no solo por la fuerza de sus shows, sino por la autenticidad de lo que representan.
Imminence no es solo una banda de metalcore. Es una declaración artística en forma de grito, melodía y cuerdas tensadas.
Una experiencia que, si te atrapa, ya no te suelta.
Where heavy riffs meet deeper thoughts.
Imagen: Antonio Giannattasio/MetalTalk