El universo del rock está de luto. Ace Frehley, guitarrista fundador de KISS y una de las figuras más influyentes del hard rock de los años setenta, ha fallecido a los 74 años en su hogar de Morristown, Nueva Jersey, según confirmaron fuentes familiares recogidas por AP News y The Guardian.
Conocido como el “Space Ace”, Frehley fue mucho más que el guitarrista principal de KISS: fue el arquitecto del sonido espacial, teatral y electrificado que definiría los primeros años de la banda. Su presencia, con traje plateado, maquillaje estelar y guitarras que lanzaban humo y chispas, convirtió cada concierto en una experiencia cósmica.
Un guitarrista que cambió el espectáculo del rock
Paul Daniel Frehley nació en el Bronx en 1951 y se unió a KISS en 1973, respondiendo a un anuncio de Paul Stanley y Gene Simmons. Junto a ellos y Peter Criss, formó una de las bandas más icónicas de la historia. Su guitarra rugió en himnos inmortales como “Shock Me”, “Cold Gin”, “Detroit Rock City” y “Parasite”.
Además de su papel en KISS, Frehley destacó por su carrera en solitario, especialmente con su disco homónimo de 1978 y el celebrado “Anomaly” (2009), donde demostró que su creatividad seguía intacta. Su sonido —mezcla de agresividad, groove y experimentación espacial— influyó en generaciones de músicos, desde Metallica hasta Tool, según MusicRadar.
El legado del “Spaceman”
Más allá del espectáculo, Ace fue un símbolo de autenticidad. Sus riffs espontáneos, su sentido del humor y su carisma hicieron de él un personaje irrepetible. “Un soldado del rock irremplazable”, lo definieron Gene Simmons y Paul Stanley en sus comunicados de despedida, recogidos por People.
Con su partida, desaparece uno de los últimos pioneros del rock teatral, ese que entendía que la música no solo se escucha: también se ve, se siente y se vive. Su guitarra puede haberse apagado, pero su eco sigue resonando entre luces estroboscópicas, maquillaje y riffs que aún parecen venir de otro planeta.
Un adiós entre fuegos artificiales
El impacto de su muerte ha sido inmediato. Las redes sociales se llenaron de homenajes de músicos y fans de todo el mundo. Miles de mensajes recuerdan sus solos humeantes, su eterna sonrisa y su papel esencial en la creación de un fenómeno que trascendió la música.
Hoy, el “Spaceman” despega por última vez, rumbo a un escenario donde el aplauso nunca se apaga.
Where heavy riffs meet deeper thoughts